Como toda buena historia que se precie llegó el final. Un buen final, de esos que terminan con fueron felices y comieron perdices.
Un campamento más llega a su fin y todos volvemos con la sensación de haber hecho un muy buen trabajo. Gracias a los seguidores del blog, a los papis y mamis por sus mensajes de apoyo que tanto nos llenan y agradan.
A vuestros hijos, porque son la razón de todo esto, lo que nos mueve, lo que nos une, los que mantienen viva la llama.
Hoy, después de dos días sin estar allí es inevitablen no echar centenares de cosas de menos. Los despertares cantando, los buenos días con la guitarra, el reparto de los servicios, los juegos, los tiempos libres, los partidos de volley, los circulos que no se hacían, los circulos que al final si se hacían, vuestras risas, vuestros gritos de guerra, el mundo de Harry Potter, el gran comedor, la zona de las tiendas, el merendero, las comidas de Sonia y Candi, vuestras heridas de guerra, los juegos de la noche, los talleres, la lechita calentita antes de dormir... vuestras lagrimas al despedirnos.
Si os fijais con la distancia nunca es lo material lo que echamos de menos, sino todo lo vivido desde lo más hondo de nosotros. Los padres recurrían a lo nuevo para saber de nosotros y en cambio los hijos retornaban a la vieja labor de la carta a mano. ¿No merece la pena quince días sin ellos a cambio de recibir un te quiero por carta? Hay cosas que no tienen precio. El campamento, lo que nos llevamos, lo que os llevais, lo que se aprende, lo que se madura, lo que se crece por dentro. Lo que allí se vive y se siente, creanme, no tiene precio.
Nos vemos en Septiembre, un muy buen verano a todos!
posdata: Recordamos a los de segundo, tercero, cuarto de la ESO y Bachiller que hoy es la cena de despedida a las 21.30 en el Parque Imago. Los que no hayan confirmado su asistencia que lo hagan mandando un mail al correo de Manolo antes de las 18h o llamando a su teléfono.
lunes, 2 de agosto de 2010
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